Seguramente no, pero la multa de u$s 125 millones de dólares impuesta por la jueza Analisa Torres ha llevado a la criptomoneda al alza, llegando a picos por encima del 0,60 por dólar.
Y esto es simplemente, porque el fallo es y no es para Ripple, la empresa detrás de XRP. En primer lugar, deja atrás una incertidumbre de 4 años de pleitos y litigios entre la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y la empresa.
En segundo lugar, la SEC solicitaba una multa de u$s 2.000 millones de dólares y el tribunal la redujo a monedas; o en palabras de Brad Garlinghouse, CEO de Ripple: «La SEC solicitó 2.000 millones de dólares y el Tribunal redujo su demanda en un 94%, aproximadamente, reconociendo que se habían excedido. Respetamos la decisión del Tribunal y tenemos claridad para seguir haciendo crecer nuestra empresa. Esta es una victoria para Ripple, la industria y el estado de derecho. Los obstáculos que la SEC tenía contra toda la comunidad de XRP desaparecieron.»
Ahora, el kit de la cuestión ha quedado un poco en un limbo: ¿Es o no es un Security (Título de Valor)?, la realidad es que según la sentencia, concluyeron que XRP se vendió bajo tres categorías diferentes:
- Las ventas institucionales: Ripple recibió 728 millones de dólares y se realizaron a través de contratos escritos; fueron considerados como contratos de inversión, es decir títulos de valor NO registrados.
- Las ventas programáticas: Se realizaron a través de exchanges de activos digitales y representaron 757 millones de dólares. Éstas fueron consideradas que no eran ofertas o ventas de contratos de inversión, por lo tanto, no son títulos de valor.
- Otras distribuciones de XRP: Estas fueron registradas como «consideración distinta al efectivo», por un valor de 609 millones de dólares. No fueron consideradas como contratos de inversión.
Por lo tanto, XRP puede ser considerado como un título de valor, cuando se obtiene a través de ventas institucionales pero no en las otras metodologías.
En definitiva, no importa mucho el color del limbo, sino que este fallo y su multa, se han visto como un final para un litigio de 4 años, liberando a Ripple el camino para el fortalecimiento de XRP como criptodivisa y su ―supuesta― futura contribución en monedas digitales de Bancos Centrales, además del lanzamiento de una stablecoin.