194 millones de pesos es la multa que se le aplicó al proyecto denominado Worldcoin Foundation.
Lógicamente, la causa es la violación de la Ley Nº 24.240, más popularmente conocida como la de Defensa del Consumidor. El motivo puntual, son las cláusulas abusivas contenidas en los contratos que la gente acepta (sin leer en la mayoría de los casos, como siempre…).
Vale acotar que la empresa ya había sido advertida de esta situación. El comunicado emitido por el Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la provincia de Buenos Aires, acota: «Vale destacar el necesario control que requieren este tipo de empresas que permiten y promueven la obtención de datos biométricos sensibles de menores de edad con la problemática actual de la ludopatía en adolescentes, producto de apuestas online. Justamente, hace días el gobierno de la Provincia presentó un plan integral para abordar esta temática.»
Dentro de las cláusulas abusivas, se destacan las que habilitan a la empresa a interrumpir el servicio sin ningún tipo de reparación ni reembolso, las que obligan a usuarios a renunciar a reclamos colectivos y, como si esto ya no fuera poco, también se establecía que la norma aplicable, para residentes en la Argentina, sean las leyes de las Islas Caimán, donde tiene su «sede central» este lavatorio… Además, en caso de eventuales disputas, las mismas se resuelven a través de un arbitraje en California, Estados Unidos. Esta última cláusula, infringe expresamente el Código Civil y Comercial de la Nación.
Ariel Aguilar, Subsecretario de Desarrollo Comercial, acotó que: “Una de las contradicciones principales de la respuesta de la empresa es lo que expresa el contrato de adhesión respecto al almacenamiento de datos biométricos. Por un lado responden que se mantienen en el Orb y se destruyen y por otro lado en el contrato son almacenados a otros países. Siguen sin respondernos donde son almacenados los datos biométricos personales de los bonaerenses”.
Ahora, ¿Existe riesgo?, la realidad es que sí, obviamente que no es buena idea dar nuestros datos biométricos a cualquier fulano, no importa la naturaleza de la solicitud ni cuanto te paguen por ello… Pero la realidad es que muchos seres humanos le dan los datos a cualquiera y gratis, engañados bajo esquemas Ponzi… Así que, un más que antiguo refrán siempre es bueno mencionar: «A caballo regalado, no se le miran los dientes…»; la vida es así, nadie te regala nada, nadie te va a dar algo sino obtiene algo a cambio… Simple… Tú eliges si eres caballo o no.