Todos pierden, nadie gana… Estamos siendo testigos de los pasos de un gigante hacia el abismo. Un gigante que no sabe como detenerse y en su afán por no desbarrancarse ―salvo que Dios exista, lo evite… y demuestre que es, ante todo, maldad!―, se va a llevar puesto a muchos, casi a todos…
Los Estados Unidos de América ha creado su propio abismo… y su profundidad es absoluta. La montaña yanqui ha acumulado nieve en su cima, mucha nieve, toda la nieve… y el alud es inevitable. La deuda es impagable, la emisión anárquica, los bonos están en manos de sus «enemigos»… el reflejo de prensión se ciñe sobre su cuello; nada queda de lo que fue, nada queda que valga algo…
¿Y esto que tiene que ver con Venezuela? Es tal la payasada que quieren hacer con ella, es tan grande el circo y la pista está tan llena de payasos… Pero payasos que de un lado proclaman la paz, mientras le piden a la gente (al común de ellas, manipuladas todas), la guerra. Del otro, dicen evitar un baño de sangre, pero piden que lo defiendan en la calle… Los muertos siempre lo pone el Pueblo… del medio o de abajo… ¿Viste a un clase alta morir apuñalado o baleado en una manifestación? la excepción a la regla fue la revolución francesa… Quizás una oleada llegara, antes de que la sangre ahogue al amor y solo nos quede el odio… Y la pequeñez… Y un mercado financiero dueño y señor de nuestros actos, de nuestra vida, de nuestros hijos, de nuestros nietos… Un nuevo orden basado en activos especulativos; la demagogia del capital…
Maduro apesta, pero al frente, sobre la vereda, no en la calle, solo se encuentran los lacayos de siempre. Léperos dolarizados que, ―siempre, pero siempre― dicen hablar en el nombre de la Patria, el Pueblo, la bandera, Dios, los murciélagos o cualquier otro núcleo que les permita evitar mirarse al espejo; porque el reflejo sería tan de pequeños, de tanta ignorancia, crueldad…
Maduro apesta, pero lo que está enfrente es peor… ¿Y ahora?, estamos en un mundo en el cual la mayoría no quiere estar. ¿Amas el trabajo que tienes?, ¿Amas vivir en la pobreza?, ¿Amas no llegar a fin de mes?, ¿Amas la inflación mortífera para los asalariados e independientes?, ¿Amas tu vida?, ¿Amas tu pareja?, ¿Amas…?, se necesita una revolución, un cambio radical, parir un nuevo camino, altruista, digno, soberano, libre, sin derechas, sin izquierdas, sin libre mercado, sin régimen como Estados… Sin razón absoluta, sin tibios… Solo políticas de bienestar general… para el 99%, al resto una cena y dos almohadas…
Ambos dicen ser vencedores, ambos dicen poder probarlos, mientras ―ambos― mandan a la gente a la calle, a morir si es necesario… Por una fracción de poder, una negación a la vida…
Estamos viviendo el paso de la adolescencia a la adultez, de este mundo posverdad. No solo en base a fakenews y redes sociales (ver video), sino también ―y principalmente― gracias a operadores políticos disfrazados de periodistas, a vende patrias ocultos bajo enarboladas banderas de patriotas, a personas que no les gusta pensar… Ni mucho menos hacerse cargo… repetir como un lorito, fácilmente manipuladas, de un lado y del otro… Mientras el capital se prepara para izar la bandera de la victoria… A cambio de una pobreza mundial. El mañana se diluye, la incertidumbre se hace sombra…
Ni Maduro, ni Urrutia, ni Venezuela, ni Estados Unidos, devolverá a alguien de la muerte… No sean tan bobos… El objetivo debe de ser dejar de ser un perro, no cambiar de collar…