El ladrón cree que todos son de su igual condición… Pero el corrupto/corruptor no se reconoce a si mismo como lo que es… Un mero caco, un pequeño lépero…
Y en esta oportunidad, nos ocuparemos del segundo caso de corrupción obvia y clara, la mano derecha de la más inoperante ministra de todos los tiempos, Fernando Szereszevsky, a quién ya se le investigan gastos irregulares durante su desempeño como gerente en el Mercado Central. Los consumos objetados fueron presentados como «gastos de representación», cuyo monto ascendería a $ 7.343.124,95.- de la «tuya»…
Los «gastos de representación» incluyen ropa de Cristóbal Colón, zapatillas Converse, alfajores Havanna (porque como la mayoría de los corruptos, seguramente bastante poco hombre y muy palmetón), salmón ahumado y cápsulas de Nespresso…
El corrupto normaliza la misma, es decir, deja de distinguir «la nuestra», la que tiene que cuidar y proteger, de la suya… Ya que también, con «la nuestra» este pequeño lépero adquirió golosinas por $244 en un kiosco, un ajo negro por $291, unas gotas para los ojos por $444.-, mínimos ejemplos de una enorme cantidad de gastos superfluos como alimentos en supermercados, carnicerías, pescaderías, casas de pasta, entregas a su domicilio particular, gastos en días no laborables o feriados, fiambrerías, chocolaterías, helados, etc.