El #lunesnegro irisó por una fake news.

Igualmente no vamos a profundizar en la misma, más que claramente explicada por aquí.

Sin embargo, los minoristas están empezando a demostrar una mayor comprensión de los mercados financieros, algo que es muy bueno ya que la manipulación practicada por los grandes capitales estaba acostumbrada, siempre, a llevarse el ahorro de los pequeños inversores a sus bolsillos; es decir, hostigarlos a vender con pérdida en pánico y motivarlos a comprar en altos históricos… O nunca leyeron en los grandes medios de comunicación titulares como: «Las acciones de tal o cual subieron un 30% y podría subir otro margen igual», la realidad es que puede que sí, como puede que no.

Pero cuando es titular en un medio de comunicación es, mayormente, tarde, la subida ya pasó, el tren ya partió. Sin embargo, cuando los niños mimados del mercado tienen pánico y huyen, es el momento de comprar… Y los pequeños inversores lo han aprendido, metiendo 4.7 millones de dólares solo el jueves pasado en medio de la caída del S&P500 y compañía, la mayor entrada diaria de la última década según los analistas del JP Morgan.

En nuestro país, el Merval no fue ajeno, cayó -3.88%, lo que lo deja en un negativo -12,77% para los últimos 5 días. Las principales acciones también se arrastraron, al igual que los ADRs en New York.

Lo más rancio es que aún, estamos lejos de comprender —de una vez y para siempre—, que más allá de lo bonito y bello de los mercados financieros, los verdes no siempre son verdes para la sociedad (muchas veces es a la inversa) y los rojos, no siempre lo son para la misma. Es por eso que necesitamos la conformación de Estados democráticos fuertes que se dignen de forjar los cambios estructurales necesarios para que tanto el propio Estado, como el mercado, trabajen en conjunto para generar una calidad de vida digna para todos sus ciudadanos y no un rancio capitalismo donde no solamente es Ley el «sálvese quien pueda», sino que los léperos de guantes blancos están incrustados en un sistema corrupto y plebeyo de los grandes capitales.

Sino, preguntémosle al ludópata serial, que para limitar la caída del mercado tras el efecto $LIBRA, se patinó cientos de millones de pesos de todos los argentinos que podrían haber ido a pensiones, salud, educación, Obra Pública, Infraestructura e, incluso, financiar PyMES, emprendedores, etc… No, dinero del pueblo solo para que sus timberos amigos se las lleven afuera… La definición de robar nunca tuvo una definición más clara… Pero también, como sociedad, debe de ser una obligación ética y moral meterlos en canas a toda esta sarta de léperos de guantes blancos y hacerles devolver hasta el último centavo robado…